En el desayuno comentamos lo vivido el primer dia de viaje y nos preguntamos: como seria nuestro segunda jornada?
Cerca del mediodía anclamos en Bahía Aguirre, por la tarde zarpamos en el zodiac rumbo a la playa, el clima estaba un poco ventoso y mientras explorábamos la bahía la llovizna nos acompañó. La bahía rodeada de bosque sobre la ladera de las montañas con las copas de los árboles de color verde oscuro, una belleza en contraposición con el color del mar. En parte de la playa hay una hermosa vegetación de poca altura con flores amarillas y hojas verde claro. Surcaba una laguna donde encontramos cauquenes, gaviotas y ostreros, caballos baguales, y de repente apareció un solitario Pingüino Rey que estaba en recambio de plumas.
A lo lejos divisamos el refugio de madera que espera siempre viajeros que exploran la zona. Ingresamos en ella, lugar muy humilde con una cocina económica, una estufa a leña, catres para descansar, pero un remanso para aquellos que llegan a ella luego de días de travesía terrestre. Hay un libro provisto por la Gobernación de Tierra del Fuego para que los visitantes dejen su relato del paso por allí.
Federico el capitán de nuestro velero Ocean Tramp tenía encargado desde Ushuaia dejar unos baldes con alimentos para unos futuros pernoctantes que llegarían en el mes de marzo.
Fue muy emocionante este lugar, sobretodo porque allí vivió mucho tiempo el puestero Pati, (hoy en otro puesto) un tipazo que tuve el gusto de conocer en febrero del 2014 quien en una oportunidad ante la pregunta: que es para Ud. hacer Patria?, Pati respondio: hacer Patria? Para mi es trabajar!
Iniciamos el regreso a la otra punta de la bahía para subir al zodiac y regresar al velero alrededor de las 20.00 p.m, aun con luz dia en estas latitudes.
Ya Miguel nuestro cocinero nos esperaba con una fantástica picadita, mientras el terminaba de preparar la cena: Fideos con salsa bolognesa: excelente!!!
Fue un gran dia, seguir descubriendo la costa sur de la Gran Isla de Tierra del Fuego!!!!