We have Laura onboard – an Argentine diver and underwater photographer. Please feel free to google translate and enjoy her thoughts on Antarctica so far!
Hoy se cumple el sexto día en el Ocean Tramp… decir que el tiempo pasa rápido por estos lados a pesar de que los días son largos es casi inevitable. Cada segundo, cada minuto, cada hora y cada día es tan diferente como intenso. Se vive en un grado de consciencia y de plenitud que me sensibiliza y al mismo tiempo me llena de energía. Tanto que el frio se transforma en calor rápidamente.
Nos deslizamos con el Ocean Tramp a través del imponente y salvaje océano, los pingüinos van saltando a nuestro lado, los lobos marinos nos miran de reojo, las ballenas comienzan a aparecer, el viento es nuestro reloj, va marcando nuestro tiempo y los nuevos destinos van apareciendo. Aquí los planes son tan sutiles como la misma Antártica. Nos acomodamos a lo que la naturaleza nos depare. Aceptamos lo que tenga para regalarnos e intentamos no invadirla y movernos con mucho respeto.
No solo nos sorprende la naturaleza, sino nuestras propias capacidades. Nuestro cuerpo se va adaptando a las bajas temperaturas y acomodando a la vida a bordo, también, aprendemos nuevos conocimientos acerca de la navegación.
A bordo somos en total 6 personas, cada uno con diferentes intereses, pero al mismo tiempo con un mismo sueño que nos une, estar aquí. Compartimos emociones, actividades, charlas, sorpresas, sueños y experiencias. Laura y Federico nos enseñan a ser parte del Ocean Tramp, nos mantienen constantemente seguros y nos aportan mucho con sus experiencias en el lugar más remoto del mundo. Estar acompañado por ellos hace que esta experiencia sea aún más especial. Y hablando de especial no puedo dejar de contar acerca de lo especial que nos cocina Laura.
Además de Mary, Leigh, Fede, Laura y yo, nos acompaña David, el científico a bordo, a quien acompañamos en su recolección de muestras en su estudio acerca del mercurio en las plumas de los pingüinos. Es el quien nos resuelve todas las dudas que nos surgen sobre estas aves.
Los días van corriendo y vamos entrando en la península. Estoy ansiosa por saltar al agua pronto, pero al mismo tiempo, dejare que la naturaleza lo decida. Mientras tanto sigo envolviéndome con el entorno y disfrutando de la linda compañía que este velero unió. Simplemente gracias Antártica, gracias Ocean Tramp.
– Laura
