Pero volvamos al martes… (donde había dejado mi relato anterior)
Jueves. 9:30 hs.
Abandonamos el boyon temprano, un poco para aprovechar el buen día, y en gran parte porque la lacha de la Marina “intrépida”, que venía a dejar provisiones, lo imponía.
Saludamos agitando brazos desde el barco a los muchachos de pto. Parry que se acercaron hasta el helipuerto/muelle, y a los de la “intrépida”, y nos dirigimos a la desembocadura de la bahía , rumbo a ” isla observatorio”, parte del archipiélago de islas de año nuevo, cita ineludible para “el Goyo” que debía conseguir material para su próximo libro sobre faros argentinos!!! (Si lee esto, aproveche y resérvelo con antelación, estoy seguro q se agotará muy rápido)
Llegamos al mediodía, fondeamos en la costa este -donde quedábamos reparados del viento-, y como es costumbre desembarcamos en el zodiac.
Federico, preventivamente se quedo abordo del barco. En estas latitudes uno no se puede confiar… Un día soleado y calmo, con una leve rotación del viento, se transforma en la “tormenta perfecta”
Ya en la isla, subiendo una improvisada escalera sobre la acantilada costa, caminamos unos 200 metros hasta el “faro de año nuevo” , una estructura de 12 metros de altura (según la carta) patrimonio histórico nacional, que originalmente se construyó para mejorar la navegabilidad de la zona, ante el reducido ángulo de luminosidad y alcance sobre el horizonte que ofrecía el faro de “san Juan del salvamento”
Algunos, también llamaron erróneamente a este faro de isla observatorio, como Faro del fin del mundo, pero según parece solo fue una denominación por herencia y funcionalidad sobre el original de punta Lasserre.
Lamentablemente las instalaciones del faro están casi en estado de abandono, y por lo que supimos no se lo visitaba ( mantenimiento) desde hace más de 3 años.
Antes de despedirnos de la isla, pudimos ver pingüino de Magallanes dentro y fuera de sus nidos, lobos de dos pelos, carancho austral y jotes.
Era media tarde, nos quedaba navegar unas 10 millas rumbo SE, hacia punta laserre, para llegar al tan ansiado y mítico Faro de San Juan del salvamento inmortalizado por Julio Verne en su novela “le phare du bout du monde” (el faro del fin del mundo)
Llegamos a las 18 hs aproximadamente , y si bien el rango de luz era amplio (el sol cae a las 21) Federico nos pidió que regresemos al barco a las 1930hs , ya que todavía nos quedaba por buscar un lugar donde pasar la noche.
Después de una caminata de 20 minutos desde la bahía interior donde nos dejó el ocean tramp, y en la parte más alta de la punta laserre, aparece casi sin aviso, y como corriendo un telón de verdes, la pequeña casa póligonal de 16 lados, con su techo cónico y su bocha de zinc en el extremo superior del techo.
Desde el interior, una lámpara de kerosene, amplificada por un lente de fresnel reflejado en cada ventana servía como guía a los navegantes, en el tiempo en que estuvo activo.
Todavía se encuentran hacia el frente, y arrumbados en forma de souvenir, los
restos de las maderas del faro original. (la edificación actual fue reconstruida en 1998)
Dentro del el , lo completan recuerdos de todos sus visitantes: placas conmemorativas, gorras y gallardetes de distintos barcos, una hornalla conectada a una garrafa con su correspondiente pava para tomar un buen mate, bebidas espirituosas para reponerse del frío, y un libro de visitas al que no dejamos de completar cada uno de nosotros.
El faro reúne un centenar de anécdotas y contradicciones, que merecen ser estudiadas y aún hoy son tema de discusión, pero entre algunas certezas podemos afirmar que en 1884, año de su construcción, era ” la única luz que poéticamente orientaba a los navegantes” desde el río de la plata hasta estas latitudes, ya que fue el segundo faro en construirse en Argentina, después del Faro de la isla Martin García.
Después de un buen rato de visita, y con la satisfacción de Goyo, del trabajo realizado, regresamos al barco. Con poco tiempo de luz para navegar, El Capi, decidió pasar la noche dentro de la bahía.
Viernes.
Finalmente, llegó el último día en la isla. Partimos temprano hacia el oeste, con destino final usuhaia , no sin antes recalar en puerto Cook.
En este puerto natural, es donde se encuentra el Istmo de 500 metros q separan la costa norte (pto Cook) de la sur ( la playa Vancouver), y que según los libros por ser una zona baja y de fácil acceso permitiera salvar a muchos náufragos.
Lo pudimos recorrer y aprovechar para hacer una limpieza de las costas de materiales no degradables q traen las mareas. También se encuentran los restos del presidio militar que funciono entre 1899 y 1902, y su cementerio.
Siendo las 13:30 hs , y luego de la batimetría que nos tiene acostumbrados El capi, cada vez que entramos a un puerto ( relevamiento de suelos, referente a un programa internacional ” inside” al que contribuye Federico) continuamos con el regreso, ya que la idea era llegar al estrecho de ” le Maire” alrededor de las 15 para aprovechar la bajante y de esta forma que la marea nos ayude a entrar al canal beagle, a fin de evitar los escarceos propios del choque de corrientes.
Esta vez , “Le Maire” nos trató con clemencia. Parece que las ofrendas entregadas a la ida, habían satisfecho a los dioses.
Cayendo la tarde, Vicente nos deleitó, con unos ñoquis con salsa de champiñones y como si esto fuera poco, la frutilla del postre la entrego un grupo de delfines australes que durante unos minutos juguetearon de banda a banda del “ocean tramp”. El horizonte se tenia de naranja, y lentamente oscurecía.
Despedida
A través del barco, y en la orilla chilena se ve Pto williams… Quedan una pocas millas para recalar en usuahia.
Wow ,,, se va terminando…tremenda experiencia!!!
Para cerrar este relato, no me quedan mas que palabras de agradecimiento.
En principio, a Federico, un verdadero capitán, y su ocean tramp. Por la cordialidad y la
simpatía de todo el viaje, sin olvidar la didáctica con la que me transmitió algunos conceptos de la navegación austral. Tipazo !!!
A Vicente, chaval de fierro !!!, envidiable humildad en un aventurero de película, y como si fuera poco ” gran cocinero”.
Ahora, lo mas practico y a la vez más injusto…. Incluir en un solo GRACIAS (pero con mayúsculas) a Mary, Alex, Lisi, Marimar, Taty, El Goyo, y Jorge, porque ellos son tan importantes como los demas y cada uno aporto para que estos días sean maravillosos.
A Leo, porque él fue el artífice de todo esto que viví, por qué ha sido un gran compañero en importantes momentos de mi vida, y lo mejor… Porque es muy divertido ¡!!
Por último,… a lo más importante de mi vida….Mariana, Gianni y Matteo. Como lo extrañe!!! Porque a la distancia me hacen el aguante, y saben lo que todo esto significa para mí.
Hasta siempre…
Mario